—Utiliza el grupo de WhatsApp de la clase para
intercambiar información útil sobre tu hijo y el grupo-clase. Si no tienes nada
positivo, útil e interesante que aportar, mejor no escribas nada.
—Respeta a los demás y su intimidad: una vez se
comparte un contenido ya no hay marcha atrás.
—No escribas lo que no dirías a la cara. Piénsatelo
dos veces antes de enviarlo.
—No te conviertas en la agenda de tu hijo: deja que
aprenda a asumir sus propias responsabilidades.
—Ante el mal uso de alguno de los miembros del grupo
no dejes pasar la ocasión de mostrar tu disconformidad y hacerle ver que no es
la manera correcta de proceder.
—Evita comentar los rumores que se compartan en el
grupo e intenta erradicarlos. El rumor es una construcción grupal: todos los
que participan son sus constructores, cada uno de ellos aporta algo al mismo.
—Si tus intentos de eliminar estas actitudes del grupo
son fallidos, siempre tienes la opción de abandonar el grupo. Aunque algunos no
lo entenderán, a veces es la mejor opción.
—No compartas en el grupo contenidos que atenten
contra la privacidad de nadie ni sea ofensivo hacia otros (niños, padres,
profesores, colegio, etc.)
— Si tienes algún problema que resolver con el
profesor, no lo hagas a través del grupo: acude al centro a hablar con él cara
a cara. De esta forma tendrás opción de conocer sus propios argumentos.
Fuente: Óscar González, profesor de educación Primaria.
Autor del libro «Familia y Escuela».
Fundador de la Escuela de Padres con talento.
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