viernes, 12 de diciembre de 2014

¿QUÉ TIPO DE PERSONAS QUEREMOS QUE SEAN LOS JÓVENES CUANDO TERMINAN LA ESCUELA?



Richard Gerver, considerado hoy una de las personas más influyentes en el ámbito educativo, aconseja a instituciones y gobiernos sobre cómo deben adaptar la enseñanza a las futuras necesidades del siglo XXI. Afirma que la clave está en devolver la pasión por la enseñanza a los profesores y en fomentar el placer del aprendizaje en los alumnos.
Gerver participó en el IX Congreso Mundial de Educación pronunciando la conferencia de clausura, con el título El mañana pertenece a los que están preparados para él.
Recientemente Gerver participó en el VII Foro Europeo Educación y Libertad, organizado por Acade (Asociación de Centros Privados de la que nuestro director D. José Varela Núñez es vicepresidente 1º).
Ante el panorama actual en el que se encuentra el mundo de la educación, para que las escuelas sean importantes y auténticas, deben convertirse en lugares más personalizados, centrados en el desarrollo de habilidades, competencias y atributos.
Deben ser también un sitio donde los niños tengan la oportunidad de experimentar las maravillas del mundo real, colaborando en línea y aprendiendo los unos de los otros.
Todas las teorías de Richard Gerver se basan en el principio de que la pasión es fundamental tanto en el proceso de enseñanza como en el del aprendizaje.
El mundo está lleno de posibilidades maravillosas, pero también está, hoy más que nunca, lleno de incertidumbres y desestructuración. Hasta ahora, las escuelas tradicionales preparan a los jóvenes para vivir en un mundo de caminos preestablecidos, en el que A lleva a B y luego a C. Pero las reglas han cambiado y por ello, necesitamos educar a los jóvenes para pensar con un mayor sentido de empresa y emprendimiento.
Deben conservar niveles altos de curiosidad, innovación y asunción de riesgos. Se nace curioso,
enérgico y en consonante lucha con un mundo siempre cambiante. El reto para los padres, educadores y adultos no consiste en descartar su mundo porque no es como el suyo, sino en encontrar vías que permitan aprovechar su cultura, su forma de pensar y comportarse, con el objetivo de hallar alternativas nuevas y positivas que den pie a una generación de personas conectadas de manera global con un sentido real de propósitos, valores y aspiraciones.
Nos hemos pasado demasiado tiempo intentando remendar el sistema existente en vez de iniciar un cambio. Debemos ser más valientes, visionarios y capaces de mirar más al futuro y menos al pasado.

Aunque la sociedad ha evolucionado de forma rápida e incesante, el sistema educativo de la mayoría de los centros se encuentra aun anclado en el pasado. Es necesario crear un sistema con mayor cultura de investigación participativa, de forma que el cambio sea una parte integral del proceso educativo.
Es necesario derribar muros y ser conscientes de que para educar a un joven de forma exitosa, debe existir un compromiso pleno entre comunidades de profesores, padres, líderes empresariales y empresas sociales.
Uno de los mayores retos en la revolución educativa es limitar el control que tienen las clases políticas para que los educadores puedan educar y los niños puedan aprender de una forma centrada exclusivamente en los jóvenes y el desarrollo de su potencial.
Hay dos cuestiones que se deben aprender que todos los países con mejores resultados en los informes PISA tienen en común:
·         Todos se han alejado del programa tradicional basado únicamente en la transferencia de conocimientos y han pasado a un aprendizaje basado en las competencias.
·         Se han dado cuenta de que no se pueden subir los estándares educativos del país si no se aplican mecanismos de colaboración... La colaboración  permite crear un sistema más amplio y dinámico y debe estar abierta a todos los agentes sociales: padres, educadores, políticos, empresarios...
Hay dos maneras de observar el mundo, mirar los obstáculos y decir este es el problema, o mirar alrededor de los obstáculos y decir voy a encontrar el camino.

El agua siempre encuentra su camino, no se 

detiene porque haya piedras.

La OCDE dice que los países en los que los jóvenes tendrán más dificultades para encontrar empleo son aquellos en los que sus sistemas educativos están diseñados para conseguir títulos, porque lo que pasa en esos países es que los sistemas educativos acaban centrándose en enseñar a los niños a aprobar exámenes para conseguir títulos, más que en desarrollar las habilidades y comportamientos que los jóvenes realmente necesitan para encontrar trabajo.

Podéis leer los artículos completos en los siguientes enlaces:

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